LA SUPERIORIDAD DE CRISTO (Parte 2)
Cristo fue exaltado a la diestra de Dios
Cristo no solamente tiene un mejor nombre que el de los ángeles, sino que también fue exaltado a la diestra del trono de Dios. A diferencia de los ángeles, Cristo está en una posición única, tan elevada que ningún angel es digno de ejercer. El escritor de los Hebreos hace referencia al Salmo 110 para establecer sus segundo argumento que contrasta la posición de Cristo y los ángeles. El autor escribió: “Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?” (Heb. 1:13), de una manera irónica el escritor enfatiza la gran superioridad de la posición que Cristo ejerce, comparada con la de los ángeles; Cristo es el que encuentra sentado a la diestra del trono de Dios, no los ángeles. Con respecto a esta declaración el Profesor Ralph Earle declaro lo siguiente:
“Declaración que el mismo Jesús utilizó también como prueba de que el Cristo era mucho más que hijo de David (Mt. 22:41–46). Pero mientras Jesús puso el énfasis sobre el señorío del Mesías, el énfasis de Hebreos es que sólo al Hijo, y no a un ángel se le dijo: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies (13). De este modo se ve el anuncio del verso 3 de que Jesús “se sentó…” como el cumplimiento de la profecía. En contraste con el lugar del Hijo en el trono, los ángeles están constantemente ocupados ministrando en un papel subordinado”
Ralph Earle, «Introducción», en Comentario Bíblico Beacon: Hebreos hasta Apocalipsis (Tomo 10) (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2010), 36.
De acuerdo con Earle es evidente que el autor de Hebreos enfatiza la inferioridad del papel que desempeñan los ángeles a comparación del papel y la posición que ejerce Cristo sentado a la diestra del trono de Dios.
Sus enemigos están bajo el estrado de sus pies
La exaltación de Cristo es la evidencia de su dominio sobre todas las cosas. El escritor de Hebreos destaca el hecho de que en la exaltación de Cristo, Dios puso a sus “enemigos por estrado de tus pies”. En el libro de Hechos el apóstol Pedro también resalta esta verdad con las siguientes palabras, en su predicación el día del pentecostés proclamó lo siguiente:
“ A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.” (Hch. 2:32-36)
Así que el hecho de que Cristo está a la diestra del trono de Dios es la prueba de su dominio y soberanía sobre sus enemigos. El señorío de Cristo no solo se limita a sus enemigos, sino que también ejerce dominio y poder sobre todas las cosas, incluyendo los ángeles. De acuerdo con el apóstol Pablo Cristo es soberano sobre todo ser:
“ Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” (Col. 1:16)
Así que concluimos que Cristo es superior a los ángeles, con evidencias contundentes que nos demuestran la soberanía de Cristo sobre todas las cosas, y como resultado su superioridad.
Cristo es el mediador perfecto
El respeto y la admiración que el pueblo judío le tenía a los ángeles, representaba un reto para el escritor de Hebreos. El hecho de que los ángeles eran seres que ejercían un papel mediador entre Dios y el pueblo, y que de alguna manera intervinieron en la entrega de la ley a los hebreos, los colocaba en una posición muy importante en la cultura hebrea. Sin embargo, la evidencia más contundente de la superioridad de Cristo sobre los ángeles, es el hecho de que Cristo se convirtió en un mejor y único mediador entre Dios y los hombres. Los ángeles intervinieron en la entrega de la ley, la cual fue dada a causa del pecado, como declaró el apóstol Pablo:
“ Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.” (Rom. 5:20)
El pecado trajo como consecuencia la muerte:
“ Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Rom. 5:12)
El autor de Hebreos nos manifiesta la superioridad de la obra mediadora de Cristo, los ángeles intervinieron en la entrega de la ley, que fue dada por causa del pecado; Cristo, en contraste, intervino para librarnos del dominio y poder del pecado, junto con su paga “la muerte”. El autor expresa la forma en que Cristo intervino por medio de su encarnación para librarnos de la muerte:
“ Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Hebreos 2:14-15)
Cristo es un mediador superior, nos podemos identificar con El, a diferencia de los ángeles, EL se identifica con nuestra naturaleza; y en su encarnación destruyo al que “tenía el imperio de la muerte”. El Dr. Juan Carlos Cevallos ilustra esta verdad de la siguiente manera:
“Cristo se convirtió en carne y sangre (v. 14) porque se ocupaba en la salvación de seres de carne y sangre. Fue necesario que fuese hecho semejante a ellos (v. 17) para ayudarles como sumo sacerdote. La encarnación muestra la superioridad del hombre sobre los ángeles en el plan de la redención. Los que reciben la ayuda de Jesús son la descendencia de Abraham. ¿Por qué no dice “descendencia de Adán”? Porque el autor quiere señalar a los que viven por la fe que sostuvo a Abraham, el padre de todos los creyentes (Rom. 4:11).El Hijo de Dios, queriendo ayudar a los hombres, tuvo que ser hecho semejante a ellos (v. 17). Solamente compartiendo nuestra naturaleza nos puede representar como sumo sacerdote ante Dios. En todo aclara que la naturaleza de Jesucristo era humana, y no una semejanza general con el hombre.“
Juan Carlos Cevallos, Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 23: Hebreos, Santiago, 1 Y 2 Pedro, Judas (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2006), 51.
Concluimos que Cristo es superior a los ángeles, la obra mediadora de redención que Cristo efectuó por medio de su muerte, es incomparable con cualquier labor mediadora que los ángeles llevaron a acabo. Para la audiencia hebrea, estas palabras debieron ser difíciles de digerir, sin embargo, la realidad de la superioridad de Cristo es incuestionable.

Sirve como pastor en la Iglesia Manifestando su Gracia en la ciudad de Hosuton, TX