LOS SACRIFICIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

El Holocausto (Levítico 1)

Significa literalmente “ofrenda quemada o completamente quemado”. Es una de las 3 ofrendas voluntarias y de olor grato. Este sacrificio representaba la plena dedicación y la entrega a Dios. La esencia de este sacrificio era la adoración voluntaria hacia Dios. El animal, por lo general un macho sin defectos, al cual el pecador transfería la culpa por su pecado, por medio de la imposición de su mano en la cabeza del sacrificio. La culpa era transferida del pecador hacia el animal, y este cargaba los pecados del adorador y moría en su lugar. Una vez que la sangre era rociada sobre el altar, se hacía arder todo el animal. En este sacrificio ninguna parte se cocinaba para comer. Se podría ofrecer tres tipos de animales en este sacrificio: vacuno (vacas), del rebaño (ovejas o cabras) y de aves (tórtolas o palominos)El animal del sacrificio debía de ser degollado y su sangre rociada sobre el altar o sobre la pared del altar si es que fuese un sacrificio de aves.  

La Oblación (Levítico 2)

La única ofrenda que no incluye el derramamiento de sangre, es una ofrenda vegetal y no animal. Es una de las 3 ofrendas voluntarias y de olor grato. El enfoque de esta ofrenda era la adoración voluntaria. Dicha ofrenda consistía principalmente de cereales y otros productos del campo. La gente traía flor de harina, tortas sin levadura o granos tostados a los sacerdotes. Ellos quemaban un puñado simbólico ante el altar y podían consumir el resto. Este sacrificio debía ofrecerse sin levadura y miel porque ambas se fermentan y por esa razón eran consideradas inmundas. Junto con la ofrenda debía quemarse también incienso, el cual era agregado para producir un olor agradable. Esta ofrenda se podía ofrecer cocida o sin cocer. La ofrenda está presentada como un memorial porque es un tiempo para recordar el pacto hecho entre Jehová y su puebloTodas las ofrendas tienen como motivo el agradar a Jehová. 

La Ofrenda de Paz (Levítico 3)

Esta ofrenda simbolizaba la comunión y la paz por medio de la sangre derramada. Es una de las 3 ofrendas voluntarias y de olor grato. Era la única ofrenda en la que el que ofrecía la ofrenda participaba al comer una porción del sacrificio. La grosura conformada por los riñones, el hígado y las membranas de la cavidad abdominal eran quemadas y ofrecidas enteramente al Señor. La sangre de la víctima se salpicaba o rociaba “sobre el altar alrededor”. Ni la grosura ni la sangre se podían comer, porque eran exclusivamente para JehováLuego de que la carne fuera ceremonialmente mecida y dada a los sacerdotes, los adoradores y sus invitados podían participar del banquete como una comida para Dios. Se podría ofrecer tres tipos de animales en este sacrificio: ganado vacuno, ovejas o cabras. No representan tres tipos de sacrificios sino explican tres tipos de ofrendas que se pueden usar en el sacrificio. Podría ofrecerse macho o hembra sin defecto, el animal debía de ser degollado y ofrecido como una ofrenda de paz. 

La Ofrenda por el Pecado y La Ofrenda por la Expiación (Levítico 4)

Las ofrendas por el pecado y las expiatorias se concentraban en pagar por el pecado. Las ofrendas por el pecado expiaban los pecados contra Dios. Las ofrendas expiatorias eran por pecados contra los demás e incluían el pago de los daños con intereses. Se ofrecían varios animales según la posición y los ingresos de la persona. Los sacerdotes y los líderes, como ejemplo a los demás, debían ofrecer mayores sacrificios por el pecado, mientras que los pobres ofrecían lo que podían afrontar. La sangre se rociaba en el altar, las partes del animal se quemaban, a veces rociadas con vino (ofrenda de libación). Las otras partes se asaban para los sacerdotes. Estas 2 ofrendas eran mandatorios y no voluntarias a diferencia de las de olor grato. 

Día de la Expiación “Yom Kipur (Levítico 16)

Este era el día más importante en el calendario hebreo por la importancia de este ayuno. Por un sacrificio especial, los pecados de un año, eran cubiertos. Se hacía la expiación por todos los pecados de toda la nación, y el santuario. El sumo sacerdote hacía una primera ofrenda para sí mismo y los sacerdotes, y luego dos machos cabríos como ofrenda por el pecado eran sacrificados por el pueblo. Aarón lavaba y se ponía su ropa normal de sumo sacerdote y ofrecía su propia ofrenda, y el holocausto del pueblo, y la ofrenda por el pecado. Los restos de los animales eran llevados fuera del campamento y eran quemados. 

Cristo y los sacrificios del Antiguo Testamento (Epístola a los hebreos)

El Nuevo Testamento revela que Jesús es el cumplimiento de todo el sistema sacrificial, en especial la epístola a los hebreos. El escritor de dicha epístola continuamente establece las conexiones que existen entre el sistema religioso judío y la persona de Cristo, declara que dicho sistema y sacrificios solo eran una “figura o sombra” del verdadero y mejor sacrificio. Juan el Bautista fue el primero en establecer esta conexión al inicio del ministerio público de Jesús. Juan reconoció que Jesús era el «Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29). Así, relaciona a Jesús con la ofrenda por el pecado que se menciona en Levítico 4. En 2 Corintios 5:21, cuando Pablo afirma que a Jesús se «lo hizo pecado» puede ser una forma abreviada para señalar «lo hizo una ofrenda por el pecado».  Los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas registran la declaración del propio Jesús cuando conecta su muerte inminente con el cordero de la pascua (Mat. 26:26-29; Mar. 14:22-24; Lc.22:17). Pablo es explícito al respecto en 1 Corintios 5:7. El Evangelio de Juan relacionó la muerte de Jesús con las ofrendas del día de la expiación (Juan 11:49-52). El sumo sacerdote presentaba ofrendas por toda la nación ante el propiciatorio de Dios. Pablo se refiere a estos sacrificios del día de la expiación en Romanos 3:25, cuando emplea las palabras propiciación o expiación. Fue la obra de Jesucristo en la cruz la que mitigó la ira de Dios, quien de otra manera se sentiría ofendido por nuestro pecado y exigiría que pagáramos la pena correspondiente. Romanos establece que somos “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” una referencia a la ofrenda de paz en Levítico 2, por la cual se alcanzaba la comunión y la paz por medio de la sangre derramada. Cristo es entonces el mejor y perfecto sacrificio que sobrepasa los sacrificios de la ley “se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”, a diferencia de los sacrificios de la ley que tenían que ser ofrecidos continuamente, porque solo cubrían el pecado.